Notitas en mi cabeza

Libérese, ríase 9 May 2010

Jesús Martín-Barbero sobre el carnaval bajtiniano:

«La risa en cuanto desafío a la seriedad del mundo oficial, en cuanto victoria sobre el miedo del que se sirven los poderosos para dominar, risa que libera al aldeano del miedo al diablo porque en la fiesta de los tontos también el diablo es pobre y tonto. Y máscara que expresa la negación popular a una identidad unívoca».

Qué duda cabe de que el recaudador de impuestos en la época feudal es el Estado actual y que el señor feudal, dueño del destino de los campesinos, es hoy la clase dominante? En ese sentido, como dice el profesor Alabarces, «hablar del pasado es seguir obsesivamente hablando del presente».

La risa libera, es el mejor arma contra la dominación cultural. Reírse de lo ya dicho, de lo naturalizado, ridiculizar a los gobernantes, los formales y los informales, es deslegitimarlos.

«Victoria sobre el miedo del que se sirven los poderosos para dominar», qué hermosa frase y qué sintética. Nuevamente, nada más actual: cuando nos dicen constantemente los números de la inseguridad, no nos están mintiendo, nos están metiendo en nuestras casas-celdas. Un rebaño atemorizado es garantía de orden y de estabilidad. Contra eso, salir y salir es enfrentar esa pared de acero que nos dibujan ante nuestras narices. Que no nos metan miedo, que nos dejen vivir nuestras vidas, cada uno a su manera.

La máscara a la que alude Barbero es la síntesis perfecta de lo que quise decir en mi presentación:

«Mi mayor tesoro es mi libertad, libertad de elegir qué quiero hacer con mi vida; mi mayor enemigo, la etiqueta social y el costumbrismo».

Esa identidad unívoca es la que no permite ir más allá, porque no se puede o, peor, porque no se debe. Es plegarse a los mandatos que la sociedad abstractamente tiene preparado para uno, es asumir un lugar de clausura total del sentido. Es no rebelarse, no reírse.

Fuente: «Términos críticos de sociología de la cultura» de Carlos Altamirano